Las comodidades de Armando Javier Rotela en la Penitenciaría Nacional de Tacumbú
Armando Javier Rotela, conocido como el zar del microtráfico y principal objetivo del operativo Veneratio, contaba con varios privilegios en su celda y pabellón en la Penitenciaría Nacional de Tacumbú, según los intervinientes que lograron este lunes tanto su traslado como el de cientos de otros reclusos.
El operativo Veneratio, que se montó este lunes en la Penitenciaría Nacional de Tacumbú, apuntaba a restablecer el control en dicha cárcel y ejecutar el traslado de Armando Javier Rotela y otros 700 reclusos.
Durante los procedimientos también se ingresó hasta el pabellón conocido como La Jungla, donde se encontraba recluido el zar del microtráfico y fundador del clan Rotela.
El comisario Nimio Cardozo, jefe del Departamento de Antisecuestro de la Policía Nacional, mencionó en un diálogo con los medios al mediodía las condiciones en las que vivía Armando Javier Rotela.
Indicó que el líder criminal al principio intentó ocultarse de las fuerzas de seguridad interviniente, al igual que integrantes de su primer anillo. Tal es el caso de César Ramón Ortiz Sosa, conocido como Gordito Lindo, quien fue herido, según el jefe policial.
Cardozo detalló además que en dicho sector del penal se encontraron tres perros pitbulls, aparentemente cachorros, y una cantidad importante de gallos de riña.
Dijo también que se encontró toda la logística correspondiente a bebidas alcohólicas y gaseosas, “donde prácticamente tenían un supermercado”, acotó.
El jefe de Antisecuestro agregó que la celda del fundador del clan Rotela contaba con todas las comodidades y que convivía con su pareja, quien está embarazada. “Decían que vivía ahí y otros que hablaban de convivencia conyugal. Tenía todo”, agregó.
«Él se guareció en esa zona que era de su dominio territorial. Cuando el grupo ingresó, él intentó escaparse, pero fue capturado. Invocó una oración que solamente él sabe, antes de ser capturado y no dijo ni una palabra”, prosiguió Nimio Cardozo.
Armando Javier Rotela se terminó entregando a las autoridades para su traslado a Viñas Cué.
En su pabellón se encontraron armas automáticas calibre 7.62 mm, que presumiblemente estaban en poder de su primer anillo. Los investigadores someterán a una prueba de nitrato y nitrito a los reos para determinar las responsabilidades.
Entre 700 y 1.000 reclusos de Tacumbú también fueron enviados a otras cárceles del interior del país.
Los procedimientos en la penitenciaría nacional dejaron un saldo de 12 muertos, entre ellos un agente del Grupo Lince y 11 personas privadas de libertad. También hay varios heridos, 18 policías, 2 militares y 20 internos.
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